Cuaderno 08

Habitualmente, se considera la clonación una técnica nueva debido, fundamentalmente, a la gran difusión que recibió en los medios de comunicación la clonación de la oveja Dolly. Es interesante interpretar la clonación de plantas como un procedimiento antiguo y, a su vez, plantear las diferencias que presenta con la clonación de animales cuyas células difieren en cuanto a su totipotencialidad. Es interesante trabajar las implicancias que tuvo la clonación de Dolly en cuanto a los conocimientos acerca del ADN y su función. La clonación de mamíferos replanteó algunas teorías existentes acerca del ADN, que plantean que las células adultas de mamíferos perdían su totipotencialidad, debido a la inactivación de segmentos de ADN. Esto determinaba que no pudieran diferenciarse y dar origen a un organismo completo. Sin embargo, y a pesar de las dificultades que sufrió Dolly, esta oveja clonada se originó a partir del ADN extraído de células adultas. A partir de esta experiencia, los desarrollos se fueron mejorando y actualmente se obtienen terneros clonados y transgénicos a partir de células fetales totipotentes.
Desde el punto de vista conceptual, es importante diferenciar la clonación como duplicación de un organismo y la clonación terapéutica, que permite el cultivo de tejidos de un organismo para ser aplicado en la regeneración o reemplazo de tejidos dañados y, consecuentemente al tratamiento o cura de enfermedades. Esta diferenciación es importante ya que la clonación involucra aspectos éticos cuya discusión requiere tener claros estos conceptos. De lo contrario, se puede incurrir en interpretaciones erróneas o en desconocimiento, que interfiera con los avances científicos y tecnológicos que podrían beneficiar a la sociedad.


Biotecnología moderna en animales

Los animales transgénicos
A diferencia de la biotecnología vegetal y de los microorganismos recombinantes (transgénicos) que ya se aplican a algunos sectores de la producción, los beneficios que puede ofrecer la modificación de animales a través de la ingeniería genética está en sus comienzos. Sin embargo, ya existen desarrollos importantes en marcha, y la Argentina es uno de los países que lidera en este sector. Concretamente, la empresa argentina Biosidus ha obtenido en 2002 terneros transgénicos que producen en su leche la hormona de crecimiento humana que se aplicaría para tratar patologías del crecimiento en los niños.
Por otra parte, recientemente se ha publicado el primer caso de vacunos modificados genéticamente para mejorar su calidad, y no para producir fármacos. Ocurrió en Nueva Zelanda donde se logró la creación de vacas transgénicas que producen leche con alto contenido de proteínas, destinada a la fabricación de quesos.
Pero... ¿qué es un animal transgénico? Es un animal genéticamente modificado al que le transfieren un gen o grupo de genes con el fin de obtener un producto de interés.

Algo de historia...
Los ratones fueron los primeros animales transgénicos, y se obtuvieron en la década de 1980, paralelamente con el advenimiento de la ingeniería genética. El primer ratón transgénico, producto de una investigación publicada en la prestigiosa revista científica Nature en 1982, producía la hormona de crecimiento de rata. Esto hacía que el ratón transgénico produjera mucha más hormona de crecimiento que el ratón “silvestre”, por lo cual se veía bastante más grande que él.
Este experimento constituyó una revolución porque mostraba que un gen de una especie podía introducirse en otra especie diferente, integrarse al genoma del receptor, y expresarse (la proteína se fabrica y el organismo manifiesta la característica asociada).
Desde ese momento los ratones transgénicos constituyeron una herramienta fundamental en el laboratorio para el estudio de la fisiología animal y sirvieron de modelos experimentales para entender las bases de muchas enfermedades que afectan al hombre.
Más adelante, crearon el primer ratón knockout (KO), esto significa que se le anula la actividad de un gen para analizar los efectos producidos. Esta técnica resultó clave para estudiar la función de los genes.

Los ratones transgénicos se obtienen por:

1. microinyección del ADN en el óvulo fecundado: el ADN se introduce por medio de un capilar, bajo el microscopio, en el ovocito fecundado. Esto se debe hacer muchas veces porque en ocasiones los ovocitos o los núcleos se rompen y los óvulos transformados resultan escasos.

2. microinyección del ADN en células embrionarias: el organismo adulto será una quimera ya que no todas las células incorporan el nuevo gen. Entonces, se utilizarán solo los animales que tengan el gen en sus gametas y por lo tanto lo transmitan a su descendencia. Esta técnica es más fácil y eficiente que la anterior a pesar de que se descarten animales.


Microinyección de ovocitos fecundados
El gen que se inserta está dentro del plásmido de una bacteria E. Coli. Se introduce todo el plásmido (con el gen de interés y con otras secuencias del plásmido) y una vez dentro del núcleo de la célula el ADN se integra al material genético del animal.



Los ratones transgénicos se utilizan fundamentalmente:



  • Como herramientas de laboratorio para estudiar los genes, su función, y cómo se regula su expresión si se cambia el lugar o el tiempo de expresión de ese gen. Por ejemplo, se puede hacer que la proteína se manifieste en todos los tejidos, o que se exprese en adultos en lugar del organismo recién nacido.

  • Como modelos de enfermedades para el desarrollo de drogas y estrategias de tratamiento.


Otros animales transgénicos
Hoy es posible obtener animales transgénicos grandes, como ovejas, cabras, cerdos y vacas. Esto se debe en parte al desarrollo de las técnicas de clonación. La ingeniería genética permite modificar genéticamente animales, con diferentes aplicaciones:



  • ayudar a los investigadores a identificar, aislar y caracterizar los genes y así entender cómo funcionan.

  • servir como modelos de enfermedades que afectan al hombre y así poder desarrollar nuevas drogas y nuevas estrategias de tratamiento.

  • como fuente de tejidos y órganos para transplantes en humanos.

  • para mejoramiento del ganado y otros animales de importancia económica.

  • para producir leche con mayor valor nutricional o que contenga proteínas de importancia farmacéutica (que se purifican de la leche en grandes cantidades).

Tracy fue la primera oveja transgénica, antes de la “famosa” Dolly, y vivió entre 1991 y 1998. Producía 40 g/l de alfa-1-antitripsina (un fármaco) en la leche. Fue hecha transgénica por la técnica de microinyección.
Dolly fue la primera oveja obtenida por clonación a partir de células somáticas. Fue una revolución porque sentó las bases para crear posteriormente animales transgénicos grandes, y desde el punto de vista de la biología se conseguía hacer por primera vez lo que se puede hacer con una planta, es decir regenerar todo el organismo a partir de una célula somática adulta (de la ubre). Dolly vivió entre 1997 y 2003, y murió con muchas complicaciones propias de un individuo de más edad ya que sus células derivan de una célula original adulta.

La modificación genética de animales

El genoma de los animales se puede modificar:



  • Insertando genes de la misma especie o de una especie diferente (por ejemplo para que una vaca produzca en su leche la hormona de crecimiento humana).

  • Alterando ciertos genes presentes en el animal de manera que esta modificación se transmita a la descendencia. En general esta estrategia está relacionada con conocer la función de ese gen.

Clonación de animales





La oveja adulta A dona una célula somática (de la ubre). La oveja adulta donante aporta un óvulo no fecundado al cual se le extrae el núcleo para sacar su información genética, que se va a reemplazar por el núcleo de la célula somática de A. Se fusiona la célula de la oveja A y el óvulo no fecundado que tiene la potencialidad del óvulo, con la información genética diploide (2n) de la oveja adulta. Esta célula, in vitro, origina un embrión para que después se implante en una oveja nodriza que es diferente a la oveja donante y a la oveja A. La oveja nodriza aporta el útero. Al cabo de un tiempo nace el animal clonado que es genéticamente idéntico al animal A.

La producción de determinadas proteínas en la leche de animales transgénicos es particularmente interesante cuando esas proteínas se requieren en gran cantidad o son muy complejas. La producción en leche permite, además, una purificación relativamente simple de la proteína de interés. Como la producción de la nueva molécula no debe interferir con el crecimiento y metabolismo del animal, se introduce el gen de interés junto con una secuencia (promotor) que permite su expresión únicamente en la glándula mamaria. De esta forma se consiguió la expresión de genes que producen sustancias con función farmacológica en glándulas mamarias de ovejas, de cabras y de vacas.


La primera ternera transgénica desarrollada por clonación fue obtenida por BioSidus en Argentina, y produce la hormona de crecimiento humana en su leche.
Mansa es una ternera argentina que nació en 2002. Fue la primera ternera clonada y transgénica, y pertenece a una serie de experimentos que realiza la empresa Bio Sidus. Esta investigación empezó con el nacimiento de Pampa en 2001, la primera ternera clonada del mundo (no transgénica) que demuestra que las vacas se pueden clonar y se pueden hacer transgénicas. Pampa se hizo con una técnica similar a Dolly pero en lugar de células de la ubre se utilizaron células fetales. Luego llegó Pampa Mansa y sus hermanas que, además, son transgénicas.




Obtención de animales transgénicos

Ver infografía en el siguiente link:
http://www.lanacion.com.ar/Archivo/Nota.asp?nota_id=532215

Mansa se obtuvo a partir de células de un feto de la raza lechera Jersey, de las que se extrajeron células de tipo fibroblasto, que forma parte del tejido conectivo. A los fibroblastos se les incorporó el gen que codifica para una proteína que es la hormona de crecimiento humana (el plásmido transformado se incorpora al genoma). El óvulo, al que se le sacó el núcleo, fue aportado por una vaca de raza Aberdeen Angus. El óvulo y el fibroblasto se fusionaron y de esta forma se obtuvieron células con la información genética de una célula fetal pero con el agregado del gen para la hormona de crecimiento humana. Estas células se cultivaronn in vitro y el embrión resultante se implantó en el útero de una vaca nodriza Aberdeen Angus. Luego de 278 días nació Mansa que produce la hormona de crecimiento humana en su leche.

Una vez que se tiene el animal transgénico, es posible obtener otros idénticos a partir de la clonación. De esta forma se puede conservar y multiplicar alguna característica beneficiosa. La clonación permite, además, recuperar animales en extinción para proteger la especie, obtener tejidos y órganos para transplantes y también stem cells (“células madre”) que son células embrionarias totipotentes que sirven para generar diferentes tejidos. Estas células se pueden transformar y emplear con fines terapéuticos en determinadas enfermedades y en transplantes.
En los próximos años se esperan avances en estos desarrollos biotecnológicos. En Argentina, ya se obtuvieron descendientes de Mansa, una dinastía de animales transgénicos que integran el “tambo farmacéutico”.